REPORTAJES PERIODÍSTICOS
La construcción de una mega planta de amoniaco podría poner en peligro el humedal Santa María-Topolobampo-Ohuira al norte de Sinaloa, un sitio protegido por un acuerdo internacional que comenzó a sufrir un proceso de destrucción y contaminación en 2015. Con el apoyo de políticos locales de alto nivel, este proyecto con inversión alemana, según la Suprema Corte de Justicia de la Nación, está marcado por una serie de graves irregularidades y la omisión de una consulta a los pueblos originarios.
Antes de salir a pescar, cualquier persona de la Nación Mayo-Yoreme debe dar gracias a la naturaleza. Eleva su oración al universo para pedir por ese día, por la vida, por los animales y las plantas que le rodean, por el alimento que podrá recoger para su familia. Esa conexión con la Tierra es el principal misterio de esta nación indígena que vive en el noroeste de México desde hace cientos de años, antes de que este territorio fuera invadido por España y sus misiones religiosas. Esta comunidad es también la misma que inició una lucha desde hace 7 años para tratar de impedir la construcción y funcionamiento de una planta para producir amoniaco en la bahía de Ohuira.
En abril de 2020, el presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador, se reunió con miembros de su gabinete para encomendarles que redactaran un decreto presidencial. En esa ocasión, López Obrador les indicó que el decreto debía prohibir el maíz transgénico y el glifosato, un agroquímico que ha sido señalado por la Organización Mundial de la Salud como probable carcinógeno en humanos, entre otros y al medio ambiente.
Como resultado del COVID-19, el sector pesquero mexicano está enfrentando un gran desafío que ha puesto a prueba su resistencia, adaptabilidad y transformación. Para cultivar y fortalecer la capacidad de recuperación del sector, es necesario hacer una pausa y reflexionar acerca del mosaico de realidades que han tanto permitido como obstaculizado hacer frente a la actual crisis.
A pesar de que Altán Redes ha sido beneficiada con préstamos millonarios de la banca gubernamental, el conglomerado de empresas se mueve en la opacidad. Especialistas advierten que el plan no ha llegado a zonas marginadas.
Nuestros sistemas alimentarios están quebrados. Si no los reparamos muy pronto, tendremos graves consecuencias para el planeta y nuestra salud.