Desigualdad hídrica en México: un problema urgente
sábado, 15 de marzo de 2025
Por: Dalia Toledo y Ana Lilia Ruiz Para: Animal Político
En el tema del agua, México tiene muchos Méxicos, principalmente cuando hablamos de lo desigual que es el acceso al líquido, pues mientras algunas zonas del país gozan de abundancia hídrica, otras enfrentan una crisis constante de escasez, lo que afecta la calidad de vida de las personas y el desarrollo económico de las regiones.
Esta desigualdad en el acceso al agua es consecuencia de muchos factores. Uno de los más importantes es el geográfico. Según la Comisión Nacional del Agua (Conagua), el norte y centro del país cuentan con apenas el 32 % del agua renovable, mientras que el sureste posee el 68 por ciento. Sin embargo, en las regiones más secas habita el 77 % de la población y se genera el 82 % del Producto Interno Bruto (PIB).
También en términos geográficos, la existencia de comunidades alejadas de la cabecera municipal genera brechas en el acceso al líquido, pues es altamente costoso para los Organismos Operadores de Agua (OOA) invertir en infraestructura para garantizar el acceso de esas familias. En ese sentido, muchas comunidades se auto abastecen de agua a través de pozos, para lo que conforman comités no municipales de agua. El abandono de las comunidades dispersas (principalmente rurales) se observa en la existencia de 2,184 concesiones de agua otorgadas a dichos comités para el autoabastecimiento del líquido, cifra relevante si consideramos que en el país existen 2,826 OOA.
Además de las disparidades geográficas, un acceso desigual al líquido se relaciona con fallas estructurales en la gestión del recurso hídrico y deficiencias en las políticas públicas. Por ejemplo, extraer agua de zonas con disponibilidad para abastecer regiones con estrés hídrico requiere fuertes inversiones en infraestructura por parte de la Conagua. Sin embargo, para 2025 esta dependencia sufrió un recorte de 41% en su presupuesto.
A pesar del papel clave que juegan los OOA en el suministro de agua, sus problemas operativos y financieros ocasionan, entre otras cosas, que el agua se pierda en fugas. La falta de tecnología para la detección de fugas, de personal capacitado, y de recursos para el mantenimiento, propicia que cuatro de cada diez litros de agua se pierdan, quitándole la oportunidad a las personas de recibirlo.
Finalmente, a esta ecuación hay que agregarle el desperdicio de agua por parte de los consumidores. En muchas ocasiones, los usuarios no son plenamente conscientes de cuánto cuesta extraer y suministrar el agua, puesto que las tarifas que pagan no reflejan el costo real del servicio, lo que propicia un consumo desmedido. Aunque en algunas zonas con escasez se ha desarrollado una mayor conciencia sobre la importancia del agua, en regiones con superávit hídrico persiste el uso poco racional y sustentable del líquido.
El próximo 22 de marzo se celebra el Día Mundial del Agua, una fecha que busca concientizar sobre la importancia de este recurso y de promover su uso sostenible. Es una oportunidad para reflexionar sobre las desigualdades en el acceso al agua y la urgencia de implementar medidas que garanticen su disponibilidad.
Cuidar el agua es una responsabilidad compartida que debe traducirse en políticas públicas efectivas y en cambios en nuestros hábitos de consumo. Cerrar la brecha en el acceso al agua en México requiere un esfuerzo coordinado entre los tres niveles de gobierno, el sector privado y la sociedad. Aunque las causas del acceso desigual al agua son diversas, es urgente una mayor inversión en infraestructura hídrica para garantizar la cobertura, incluso de las comunidades más alejadas; invertir en tecnología y el mantenimiento de la red para evitar que el agua se desperdicie en fugas, y promover el cuidado del agua entre la población, entre otros.
La desigualdad hídrica en México es una problemática urgente que no se puede seguir postergando. Necesitamos una mejor gestión, una mayor inversión y una visión de futuro donde el agua sea un recurso accesible para todos.